TOP 100 Jugadores FIFA19

El extremo senegalés lo ha dado todo durante las últimas temporadas en sus partidos con su club y su selección. A lo largo de la temporada ha hecho gala de su 94 de ritmo, 87 de regate y 80 de pase una y otra vez con el Liverpool, un equipo devastador en el ataque. Pero hay un momento en el que ha brillado con luz propia: su gol al Real Madrid en la final de la UEFA Champions League de 2018.

Perišić lleva unos cuantos años labrándose un buen currículum con el Inter de Milán, pero lo más destacado de su trayectoria hasta la fecha ha sido su impresionante actuación con Croacia en la Copa Mundial de la FIFA de 2018. Aunque suele ocupar la posición de centrocampista izquierdo, Perišić utiliza su gran versatilidad por todo el terreno de juego para crear oportunidades, proporcionar asistencias a sus compañeros y marcar goles. La combinación de su 86 de ritmo y su 83 de regate con su 80 de tiro y de pase explica por qué este jugador causa sensación. Está claro que pasa por un buen momento en su trayectoria.

A pesar de su juventud, el defensa francés se ha ganado a pulso la titularidad en uno de los clubes más importantes de Europa y la selección ganadora de la última Copa Mundial de la FIFA. Su excelente rendimiento con el Real Madrid y Francia se debe a su increíble versatilidad como defensa central. Además de contar con 86 de defensa y 80 de condición física, Varane es rapidísimo (84 de ritmo), por lo que es capaz de dar apoyo en el centro del campo, atacar y retroceder a toda velocidad para frustrar los contraataques del equipo rival.

Tras una temporada espectacular en la Serie A en la que dio una clase magistral sobre cómo marcar goles, a Immobile le espera otro año para recordar con el Lazio. Se trata de un delantero muy equilibrado con un muy respetable 82 de pase y regate, pero su 87 de tiro es lo que lo convierte en un goleador de talla mundial.

Aunque Sánchez domina toda la línea de ataque en sus partidos con el Manchester United y su selección, el jugador chileno se siente especialmente cómodo cuando recorre la banda izquierda, se desplaza hacia el centro y utiliza su 89 de regate para causar estragos entre los oponentes y abrir hueco. Tampoco es raro verlo disparar a puerta con su 83 de tiro.

Koulibaly, una auténtica pesadilla hasta para los mejores delanteros, es otro joven defensa central que se ha revalorizado el pasado año. Gracias a su 86 de condición física, el senegalés es un muro de puro músculo que gana en fuerza y capacidad de salto a prácticamente cualquier oponente. Es evidente que su 88 de defensa ha venido de perlas al Nápoles en la Serie A y a su selección en la Copa Mundial de la FIFA de 2018.

Martens, un jugador que se adapta a todas las posiciones de ataque, se ha vuelto más imprescindible que nunca desde que ocupa el centro del campo. De hecho, a menudo desempeña el papel de falso 9. El belga cuenta con nada menos que 90 de regate y 89 de ritmo, por lo que se desenvuelve a las mil maravillas en las zonas más peligrosas del área. Por si fuera poco, su 83 de tiro y su 80 de pase le dan la confianza que necesita para buscar el gol por su cuenta o facilitar la tarea a un compañero.

Icardi ha sido dos veces el pichichi de la Serie A, lo que pone de manifiesto su olfato para el gol. Su habilidad con los pies y su fuerza mental están fuera de toda duda. El 85 de tiro del internacional argentino es su cifra más destacada con mucha diferencia, pero lo cierto es que no necesita más para estar por encima de la mayoría de los jugadores. A las pruebas nos remitimos.

Por norma general, Navas siempre sabe dónde poner las manos y los pies para proteger la portería. Por algo se ha perfilado como uno de los mejores guardametas de Europa durante la última temporada. Con 90 de estirada, el costarricense es capaz de parar hasta los córners más precisos, y su 90 de reflejos hace que sea un especialista en penaltis y tiros directos a puerta.

Tras su paso por la Ligue 1 y la Bundesliga, Aubameyang puso su talento al servicio del Arsenal en la Premier League la temporada pasada. Aunque lleva poco tiempo en el fútbol inglés, su 94 de ritmo y su 84 de tiro se han convertido en una de las principales bazas del club londinense.

Iniesta, toda una leyenda del deporte rey, acaparó todos los titulares este verano cuando anunció que dejaba su club de toda la vida, el FC Barcelona, en busca de nuevas experiencias con el equipo japonés Vissel Kobe. El palmarés de este centrocampista es sencillamente espectacular, como demuestran su medalla de la Copa Mundial de la FIFA y sus cuatro títulos de la UEFA Champions League. La técnica de Iniesta (90 de regate y 87 de pase) sigue siendo de las mejores del mundo. Muy pocos jugadores pueden hacerle sombra cuando controla el esférico.

Alba, posiblemente el lateral perfecto para un equipo como el FC Barcelona, lleva ya varias temporadas imponiendo su ley en la defensa izquierda de su club, pero no debemos olvidar que el centro del campo y el ataque también están entre sus puntos fuertes. El 93 de ritmo y el 83 de regate del jugador catalán le permiten recorrer la banda a toda máquina, superar a los rivales, lanzar un centro o un pase y volver a su posición inicial como quien no quiere la cosa.

Este defensa central es quien mantiene bien engrasada la maquinaria defensiva del Tottenham Hotspur. El gigante belga aprovecha al máximo su 88 de defensa para dirigir a sus compañeros, marcar a los delanteros rivales, robarles el balón con una entrada y dominar el juego aéreo siempre que se le presenta la ocasión.

Umtiti, el héroe que marcó el gol de la victoria para Francia en la semifinal de la Copa Mundial de la FIFA de 2018 contra Bélgica, muestra una pasión y una capacidad defensiva que rara vez se ven en jugadores de su edad. Con 88 de defensa, Umtiti exhibe una habilidad innata para anticiparse a las jugadas, una sincronización perfecta para las entradas y un compromiso inquebrantable por mantener el balón lejos de su portería. Tampoco se queda corto en cuanto a fuerza: su 82 de condición física le permite zafarse de los atacantes con soltura, proteger el esférico a toda costa e imponerse en los duelos aéreos con cabezazos certeros.

Hamšík, posiblemente el mejor eslovaco que jamás ha pisado un campo de fútbol, se ha convertido en toda una leyenda del Nápoles tras jugar casi 400 partidos durante más de una década con el equipo italiano. Su gran versatilidad le ha permitido adaptarse a todo tipo de situaciones, pero está claro que se desenvuelve especialmente bien en su posición actual en el centro del campo, donde puede sacar todo el partido a su 84 de regate y su 84 de pase. Y eso no es todo: además de un jugador increíblemente creativo, Hamšík es capaz de utilizar su 80 de tiro para marcar un gol o hacer que las tácticas de su equipo lleguen a buen puerto.

A primera vista, el jugador belga tiene todo lo que se espera de un buen delantero: altura, fuerza (87 de condición física) y hambre de gol (82 de tiro). Sin embargo, Lukaku se ha ganado un puesto en la élite del deporte porque suma a su calidad como atacante un 84 de ritmo. Cuando se topa con un defensa, no suele tener problemas para superarlo o imponerse a él en la pugna por el control del balón. Esta combinación tan poco frecuente en los tiempos que corren es lo que ayuda a Lukaku a obtener marcadores favorables para su club y su selección.

La brillante actuación que Rakitić firmó en la Copa Mundial de la FIFA con Croacia le sirvió para seguir cimentando su ya excelente reputación con el FC Barcelona durante las últimas temporadas. Con 87 de pase y 82 de regate, el jugador hace lo que quiere en el centro del campo, ya sea pasar el balón a sus compañeros o superar a los contrincantes mediante habilidad y técnica. Además, siempre tiene la opción de utilizar su 84 de tiro para lanzar un cañonazo hacia la portería.

Piqué, otra leyenda que suma infinidad de títulos con España y el FC Barcelona, es la mezcla perfecta de altura, fuerza y capacidad defensiva. El jugador, todavía en el punto álgido de su carrera, es un maestro del juego aéreo gracias a su 76 de condición física. Su 87 de defensa se debe a su gran capacidad de liderazgo, su visión para las entradas y su capacidad para mantener la calma hasta en las circunstancias más adversas.

Durante la Copa Mundial de la FIFA de 2018, Mbappé demostró por qué el París Saint-Germain no dudó en pagar una cuantiosa cuota de transferencia por añadir a un jugador tan joven a sus filas. El extremo hizo una gran actuación durante todo el campeonato, pero el broche de oro fue el golazo que marcó a Croacia en la gran final, momento en el que se convirtió en el segundo adolescente en conseguir tal hazaña después de Pelé. Mbappé nunca desaprovecha la oportunidad de utilizar su 96 de ritmo y su 89 de regate para enseñar a los rivales quién manda en la banda derecha.

El brasileño, bastión inexpugnable de la defensa del París Saint-Germain, lidera el equipo con una constancia, una intensidad y una habilidad que solo se pueden calificar como excepcionales. Con 88 de defensa, Silva es uno de los jugadores más completos del mundo en su posición. Parece mentira que sea capaz de crear tantas oportunidades y avanzar así por el campo sin descuidar sus entradas, la organización del equipo y sus demás responsabilidades como capitán.