FIFA 17 viene a demostrar que no siempre se puede asociar el concepto de entrega anual con la falta de novedades. Como bien sabréis si habéis seguido la cobertura de este juego en IGN España en los último meses, estamos en cierta medida ante una entrega un tanto revolucionaria, ya que se ha optado por cambiar el motor gráfico del Ignite al Frostbite, y esto no deja de ser sinónimo de que se ha modificado los pilares. Es por ellos que muchos temíamos cómo iba a quedar el resultado final si se había cambia el corazón. Y al final, conserva todo lo bueno de antes y añade lo bueno de ahora siendo una de las mejores entregas de FIFA de siempre.

Hagamos un poco de retrospección, porque no olvidemos que parte de lo que vemos en la entrega de cada año es una evolución de lo del anterior. FIFA 15 fue un producto demasiado caótico al que rápidamente se le abrieron las costuras y se aprovecharon los elementos desequilibrantes de su jugabilidad, velocidad de los jugadores y pases altos al hueco sobre todo. Tras esta entrega que tan agridulce sabor de boca dejó, FIFA 16 fue recibido con los brazos abiertos, algo así como una balsa de aceite a la que poco había que recriminar en la representación de la jugabilidad FIFA, tan característica como exigente, buscando siempre el juego bonito antes que las batallas tácticas.
Por tanto, haber buscando un cambio significativo en términos jugables sentimos que hubiera sido un error. Este año sí, con unos simples retoques es más que suficiente para seguir disfrutando durante una temporada más. Entre lo que aporta Frostbite, vemos unas físicas algo más realistas. Tanto en el balón, que se siente mejor de peso y ya no va tan imantado al pie, como en las prendas, que tienen un movimiento más realista. Las animaciones están más detalladas y en ocasiones se confunden con la realidad. Aunque eso sí, algún inoportuno corte de transición entre animaciones nos devolverá al mundo real.
El resto de mejoras son de gameplay puro. En primer lugar se ha retocado por completo el sistema de jugadas de estrategia. Es por ello que ahora será más sencillo colocar el balón en la zona que queremos tanto para córners como en libres indirectos. Sumando esta mejora a la hora de colgar el balón a la olla, podemos controlar de una forma más intuitiva al posible receptor, tratando de coordinar el lanzamiento del balón con el movimiento del atacante. Pero sin duda, el resoplido de alivio más fuerte que sentiremos tendrá que ver con los penaltis, cuyo sistema de lanzamientos hasta la pasada edición era demasiado a ciegas como para tener ventaja y tratar de compensar la supuesta ocasión de gol que había provocado la pena máxima. Se puede seleccionar la posición del jugador e incluso acompañar el movimiento del jugador.

A pesar de que se sigue sintiendo por momentos como un arcade en el sentido de que todos los niveles de dificultad pueden dar lugar a un chorro de goles hasta que no llegas a Leyenda. Y ahí el juego se vuelve imposible de marcar un gol. Nada nuevo bajo el sol en este sentido. Pero seamos sinceros, ¿jugamos para sentir la exigencia de un deportista de primer nivel o para divertirnos? Somos más de la segunda. Es por ello que Electronic Arts también ha dado un salto adelante en lo referente a la Inteligencia Artificial Adaptativa. Los jugadores calculan mejor la actividad alrededor del balón y buscan respuestas acordes a la situación, ofreciendo apoyos, desmarques, oportunidades de pared y demás. Es bastante agradecido el saber que el resto del equipo que no manejas rema a favor tuyo.
Una vez que llegamos al área rival nos encontraremos con el último peaje antes del tesoro más buscado: el gol. Los guardametas (al menos los de un buen nivel) tienen actuaciones verdaderamente decisivas. Resulta muy complicado anotar un gol y sentir que el portero podría haber hecho algo más. Es por ello que para sacar ventaja tenemos que tratar de buscar situaciones que nos sean más favorables como tiros a bocajarro, uno contra uno y disparo a un lateral de la portería o las vaselinas. No sabríamos cuantificar si más o menos que en la pasada edición, pero da la sensación de que los porteros fallan demasiado por alto y son muy vulnerables, como también se desprende de los goles de córner, en los que, entre la mejora en el lanzamiento y esta vulnerabilidad de los guardamentas, se junta el hambre con las ganas de comer.

Pero no solamente de sensaciones sobre el verde vive FIFA 17. Como suele ser habitual, EA Sports Canadá incluye una gran variedad de modalidades de juego para tener material con el que pasar los próximos 12 meses. La gran novedad de este año (y a la postre, lo que más justifica el salto al Frostbite) es el modo historia llamado El Viaje. Capturado con actores reales, trata de representar los altibajos que tienen que afrontar la mayoría de los jóvenes para conseguir triunfar en la liga más exigente del mundo: la Premier League. Nosotros nos metemos en la piel de Alex Hunter, un muchacho londinense en busca de su sueño.

A lo largo de la carrera iremos descubriendo una serie de cinemáticas que nos irán contando su historia, una excusa perfecta para afrontar los partidos intercalados que incluye este modo. Teniendo en cuenta que tenemos que buscar el mayor rendimiento para Hunter y el míster nos indica unos objetivos de valoración sobre el terreno de juego, algún otro objetivo de goles o asistencias y un último objetivo de equipo (empatar, ganar el partido o no encajar gol por ejemplo), se nos da la opción de manejar únicamente a Hunter para exprimir la búsqueda de huecos u optar por un enfoque más clásico controlando a los 11 compañeros de equipo.

Además, para dar un toque jugable a las largas cinemáticas que puede llegar a tener, serán constantes las opciones de diálogo que equivalen a un sistema de personalidad. En las respuestas aparece un icono de una llama, de un copo de nieve o una balanza representando la respuesta chula, fría o equilibrada. Cada estilo de personalidad tendrá sus pros y sus contras. Si somos unos chuletas confiados, podremos elevar en gran cantidad nuestro número de followers, pero no seremos «el niño de sus ojos» para el entrenador. Optando por un enfoque más frío, la falta de carisma nos penalizará de cara a los aficionados, pero el técnico nos tendrá en mayor estima. El enfoque neutral será el que haga que nuestro desempeño en el campo hable por nosotros con ambos agentes.
Si optamos por la rama de mánager en el modo Carrera también encontraremos una mayor profundidad que no solamente nos haga ser el entrenador y director deportivo, sino que se asciende de nivel y se tiene un control más cercano al de un presidente de un club europeo. Decimos esto porque se ha potenciado mucho dos aspectos: la relación con la Junta Directiva y la gestión presupuestaria. Los primeros nos marcarán cinco objetivos de éxito nacional, continental, difusión de la marca, desarrollo juvenil y finanzas. Para hacer más inmersiva la experiencia, tendremos por primera vez un avatar a elegir de entre 11 modelos, para que aparezca en algunas cutscenes del partido, tal y como sucede con las nuevas representaciones de técnicos de la Premier, cuya importancia tiene más que ver con el modo El Viaje que con su presencia en los partidos.
En lo relativo a las finanzas, ahora aparecen diferenciados el presupuesto para traspasos y el de salarios. De nosotros depende decidir qué hacemos con los réditos generados. Un gráfico en la sección financiera nos mostrará el déficit o superávit que tiene nuestra entidad. La sección de transacciones nos mostrará cada nueva entrada que haya que hacer en el balance financiero, desde traspasos o ventas hasta los ingresos generados por venta de camisetas. Una vez que sabemos del montante del que dispone nuestro club, podemos hacer una reasignación del presupuesto según porcentajes, buscando tener más millones para fichar, pero de jugadores que van a requerir salarios bajos (y por tanto serán de menor calidad), o de menos millones y más salarios, buscando pocas incorporaciones pero de calidad solvente.

No podemos acabar sin olvidarnos de FIFA Ultimate Team, que de DLC ha pasado a ser el eje en lo referente a las modalidades de juego. Si el año pasado presentaba el FUT Draft como principal novedad con la que ganar recompensas exprimiendo el propio juego y no teniendo que depender tanto de acudir al mercado de subastas (con un mercado negro que se ha convertido en un dolor de muelas para EA). Ahora se mantiene todo como hasta ahora pero se suman los desafíos de creación de plantillas. Esta opción permite obtener recompensas de mayor nivel a cambio de formar onces con los requisitos que se nos exija. Si lo hacemos con éxito, esas 11 cartas desaparecerán dando lugar al premio mayor. Una alternativa bastante loable para deshacerse de esas cartas por las que no te darían ni un colín en las subastas y conseguir rédito de ellas.
Dejando la valoración audiovisual para lo último, la transición al motor Frostbite es bastante suave. Se notará principalmente en los primeros planos, donde las caras de los jugadores tienen el mayor realismo visto hasta ahora e incluso sus expresiones faciales son convincentes. Es por ello que donde más notaremos la diferencia del año pasado a este será en los prolegómenos del partido donde se muestran todas esas escenas previas al pitido inicial. Más allá de eso, en la propia cámara de juego las diferencias serán imperceptibles, teniendo un nivel más que aceptable y mejorando levemente en la representación de las hinchadas.
En el sonido volvemos a tener la queja. Parece ya un insulto seguir escuchando comentarios de Paco González y Manolo Lama tan viejos que no sabemos si tienen más años que nosotros mismos. Que jugando con el Real Madrid te nombren el «Yo no soy galáctico, soy de Móstoles» de Iker Casillas en sus primeras temporadas en el club blanco parece un atentado contra la inteligencia (o capacidad de retentiva del usuario). Las voces tienen buena cadencia, se adecúan correctamente a las situaciones que se ven en pantalla, pero de vez en cuanto sueltan alguna de sus perlas que llevamos soportando año tras año. Pareciera que las únicas grabaciones que se hayan realizado sean para el modo El Viaje y la historia que se cuenta de Alex Hunter. La Banda Sonora vuelve a estar formada por grupos de no mucho renombre, fomentando esa sensación de descubrimiento que tenemos entrega tras entrega y haciendo que las esperas sean más amenas con sus temas de varios géneros musicales.

EL VEREDICTO

FIFA 17 es una de las entregas más completas y satisfactorias que se recuerdan. Seguirá sin ser perfecto, como todo juego deportivo, pero pocos errores encontramos y muchas virtudes. Es cierto que aprovecha gran parte del tirón iniciado con FIFA 16, pero sabe pulirlo (como FIFA 18 lo volverá a hacer con este, no nos engañemos). La jugabilidad resulta satisfactoria, no se observan grandes debilidades de las que aprovecharse y a pesar de que los mejores jugadores seguirán marcando la diferencia, se observa algo más de peso de la habilidad del usuario. Además, con la cantidad de opciones y modos de juego disponibles, hace que cualquier tipo de usuario pueda encontrar su lugar en todo lo que resta de temporada. Lo dicho; uno de los mejores FIFA de siempre.

Fuente: IGN

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