La saga FIFA cumple 20 años, desde que se estrenara con FIFA 94 hasta su próximo título, FIFA 14. 20 años de éxitos, y también de algún traspiés, del videojuego que ha trascendido al mundo de las videoconsolas. Repasamos la exitosa historia del FIFA a lo largo de todo este tiempo.
Cuántas tardes de agosto solucionadas por él. Cuántas veces quedamos con los amigos para salir una noche de sábado, y finalmente nos quedamos en casa jugando al FIFA hasta las 5 de la madrugada (y por tanto, la noche fue un éxito). Cuántas horas de maravillosa diversión, de persistente frustración por el desgraciado del árbitro, de anodinos partidos de Copa, de llegar a clase con ojeras por culpa de querer acabar un Mundial con Japón una noche de martes. Es el legado de FIFA, un clásico entre clásicos, el juego que ha unido a generaciones y provocado divorcios. Y es que si una chica no entiende la importancia del FIFA para su compañero, la relación no tiene sentido. Si el botón X está desgastado, es por algo. Así de importante es el FIFA en la cultura popular masculina. No hay edades, es un juego válido para cualquier generación. Y si aparece una chica capaz de jugar por horas al FIFA, es la chica ideal, sin más. FIFA 14 supondrá el vigésimo aniversario de esta saga. En pie, y deseando acabar estas líneas para acabar la 2018-2019 que tengo pendiente, escribo mi pequeño homenaje a este clásico: la historia del FIFA en sus 20 años de vida.
Inicios
FIFA se estrenó en el año 93 con FIFA 94 (si este anacronismo te parece sorprendente, quizás no deberías seguir leyendo), también conocido como FIFA International Soccer, con Bonner, Platt y Gullit en portada, tres europeos en las ligas escocesa e italiana. Not bad, aunque con el tiempo el nivel mediático de sus portadas subió tanto como su popularidad. Llegó para conquistarnos con su vista diagonal del campo, dejando atrás los juegos en absoluto 2D a vista de pájaro. Los jugadores corrían moviendo las piernas, había un árbitro (en serio, esto era una novedad increíble), las equipaciones se ajustaban a la realidad, incluyendo pantalones y medias, y los porteros vestían distinto. Lo que hoy es una perogrullada hace veinte años era una revolución. No en vano, en 1994 llegó su sucesor, el FIFA 95, con el eslógan The best console football can get (El mejor videojuego de fútbol que puedes conseguir). Así era, y así lo fue esta saga durante mucho tiempo.
FIFA 95 llegó con algunos clubes para complementar las selecciones internacionales que se limitaba a mostrar su predecesor. En su portada mostraba a Erik Thorstvedt, un noruego de medio pelo que llegó a deslumbrar en el Tottenham de mediados de los 90. Luego llegaron Ronald de Boer y Jason McAteer, igualmente futbolistas de medio pelo, para acaparar la portada. También la primera versión en 3D del juego. Así era FIFA 96, aunque aún le quedaba mucho terreno por ganar. De su sucesor, FIFA 97, quedó la primera versión para PSX, lo cual marcaría el éxito arrollador en años posteriores. Y un histórico en la portada, el gran Bebeto, acompañado de Ginola, más modelo en las pasarelas que futbolista en el Newcastle.
La madurez: FIFA 98
O mejor dicho, FIFA 98: Road to World Cup, el juego que marcó a una generación y que adoptó una estética que marcaría los próximos cinco años, hasta 2002. En esta edición, EA estrenó la tradición de ofrecer diferentes portadas según el país donde se distribuyera el juego. En el caso de España tuvimos a Raúl. Una portada aciaga para lo que vendría después: España cayó en la fase de grupos y medio país acabó odiando a los franceses, rencor que se avivaría con el Mundial de 2006.
Volviendo al FIFA, queda en el recuerdo de muchos como el mejor FIFA que se creó jamás. Para los más románticos, por poder empezar de 0 una fase eliminatoria para llegar al Mundial 98 con tu selección. Para los más violentos, por poder hacer faltas muy agresivas al portero (ay, la tecla Q), con roja asegurada, pero sentido de la justicia interiorizado.
Seguramente, el mejor FIFA de la historia
En igualdad de condiciones, le hubiese sido difícil lidiar con el ISS’98, que fue el consuelo para futboleros con Nintendo 64. Pero fue él quien pasó a la historia. Entre otras cosas, por su campo de fútbol sala y los partidos que acababan 99-0. O los nuevos regates. FIFA 98 fue un juego que cambió la forma de jugar a los juegos de fútbol, también por sus gráficos inéditos hasta la fecha, o por su editor, que aunque no era nuevo, le daba puntos. Definitivamente, FIFA 98 fue el Nokia 3310 de los juegos de fútbol: el mejor de la historia, nunca igualado, y al que se le recuerda con especial cariño.
De 99 a 2002
FIFA 99 fue el primero en el que todos los jugadores de sus portadas eran estrellas indiscutibles. De Morientes en España a Barthez, Vieri, Rui Costa o el mítico Dennis Bergkamp. Su interfaz era tan innovadora como efectiva, y ya era un título imprescindible para cualquier jugón al que le gustara el fútbol. Introdujo la Liga Europea de Campeones, la Champions League en formato liga. Renovó los gráficos y dejó para el recuerdo esos jugadores con tórax y muslos desproporcionados. Los equipos tenían presupuestos preasignados, con los que no se podían hacer traspasos ilimitados (además de por el uso de memoria), pero el editor era casi infinito y libre. Cuando pienso en el FIFA 99 pienso en los jugadores corriendo sobre un mismo punto mientras les cambiaba el peinado o les subía los stats maquiavélicamente.
2000 y 2001, pequeñas decepciones
Luego llegó el decepcionante FIFA 2000: se quiso dar realismo por primera vez a las caras de los jugadores, y el resultado fueron expresiones faciales ridículas. Apenas hubieron más mejoras en cuanto a nivel gráfico. Lo mejor fueron los equipos clásicos que EA ofreció en este título, como ‘El Nápoles de Maradona’ o ‘El Santos de Pelé’, algo que los nostálgicos de épocas que ni siquiera vivimos siempre extrañaremos. FIFA 2001 mejoró bastante, sobre todo en la versión para PS2, que llegó ese año, aunque se extrañaba el potencial de FIFA 98 y FIFA 99. Aparte de mejorar de nuevo la jugabilidad, ofreció equipaciones reales de muchos equipos, sin limitarse a los colores y a la disposición básica, sino también a los detalles.
FIFA Football 2002 tuvo como portada en España al joven Iker Casillas. ¿Premonición por el hecho de ser el primer portero? No lo creo, pero los propios porteros eran penosos en este título. Si no sabías qué hacer en un momento dado, disparabas a puerta desde 60 metros y ganabas un córner: los porteros, sencillamente, no sabían blocar un balón. Como se habrá dado cuenta el astuto lector, introdujo la palabra ‘Football’ en el centro del título, en una tradición que duró hasta el 2005. Fue un buen juego, pero nuevamente pecaba de no lograr sorprender tanto como los últimos juegos del milenio anterior.
Nuevo estilo: de 2003 a 2005
Al año siguiente, con FIFA Football 2003, la portada fue -casi- global y sedujo mucho más que el formato anterior, con Roberto Carlos, Giggs y Davids. Tomen nota porque es la última con jugadores de la vieja escuela. A nivel gráfico tuvo un completo rediseño que le daba un aspecto más agresivo, más street. A nivel de jugabilidad, realmente parecía un título nuevo, remodelado al 100 %, con unos porteros que parecían dopados por las palomitas que hacían y un sistema de tiro de faltas que enganchaba durante horas. Lo peor fue que en la versión para PC (la que jugué ese año y los posteriores) sólo dos tarjetas gráficas soportaban los dorsales. Era horrible jugar sin ellos.
Últimos años de dominio absolutoFIFA Football 2004 tuvo en portada a Del Piero, Henry… y Ronaldinho. La bienvenida al maldito fútbol moderno. Si alguien recuerda ese juego con cierta taquicardia es porque los tiros lejanos con él eran ridículos. No importaba que Gio van Bronckhorst disparase desde 40 metros: como mínimo, el portero lo pasaría mal, dada la potencia exagerada de los tiros. También por un modo off the ball para controlar a jugadores sin balón que acabó siendo un dolor de cabeza. Buena intención, pero muy verde. Con FIFA Football 2005 llegó la Liga Mexicana, y en su portada aparecía Oswaldo Sánchez. En el caso de Europa, Shevchenko, Vieira y Ronaldinho (aunque en el videojuego, quien tenía un potencial descomunal era Van Nistelrooy). Y sobre todo, su mítica banda sonora. Y es que FIFA empezó a cuidar la música del juego desde bien pronto, y su ventaja a día de hoy sigue siendo insultante.
Y con PES, llegó la crisis
Los primeros PES eran rivales demasiado duros
Si los años anteriores ya habían sido los del alzamiento de un nuevo competidor llamado Pro Evolution Soccer que venía de Japón, para mediados de década la amenaza era real, y muchos usuarios de FIFA desencantados comenzaron a migrar a PES, quien no tenía las licencias de jugadores y equipos que FIFA sí, pero podía presumir de un modo Mánager y una jugabilidad excelente. Eran años duros para EA, cuyas dificultades se reflejaron en las novedades de sus títulos: iban al remolque de PES. Ocurrió con las Ligas Interactivas, o con los nuevos regates, o con la inclusión de novedades de control táctico. Todo llegaba como respuesta a lo que ya ofrecía PES, y FIFA se metió en una espiral de la que le costaría años salir. FIFA 06, FIFA 07, FIFA 08 y FIFA 09 se perdían en características que no frenaban el avance de PES, quien había madurado muchísimo y ya con licencias y varios modos de juego dejaba en muy mal lugar al FIFA. PES 5 y PES 6 eran sencilamente soberbios.
Fueron años duros para quien fue líder durante años y de la noche a la mañana dejó de serlo, y su desesperación le hacía seguir cayendo. Como Nokia, por ejemplo. Pero sus títulos tenían problemas de jugabilidad que empezaban a ser serios: hacer centros era frustrante, perder el balón con cualquier pase medio era demasiado fácil…
Cicatrices
El éxito de PES no podía ser para siempre. Y más aún si desde 2009 ofrecen una jugabilidad muy similar, o los mismos detalles gráficos ridículos (Chutar a gol, Who ate all the pies?, etc. en las pancartas del estadio). Vale que a partir de 2011 hubieron mejoras, pero es que la experiencia de los FIFA de los últimos años es bestial, y consigue enganchar durante horas. Esta etapa es simplemente la de una carrera entre los dos grandes en las que uno sale ganador claro. Y es FIFA, que pese a ser más caro logró dejar vacías sus estanterías los días posteriores a su lanzamiento en la última versión, con las de enfrente abarrotadas de PES. Una asimetría que se está acentuando.
EA aprendió de sus errores (al menos en EA Sports, el resto de la compañía es otro cantar) y volvió a crecer de forma paciente. Y fue recogiendo los resultados. De forma opuesta a mediados de la década anterior, jugadores de PES comenzaron a migrar a FIFA de nuevo, y la crítica comenzaba a darles la razón. Parte de esto se logró con la versión de 2010 de los FIFA: World Cup, lanzados con cada año de mundial. Ese año el Mundial tuvo un tirón especial y el juego sirvió a EA para demostrar que estaban muy vivos. Victoria.
PES 2013 vs FIFA 13
Este año la diferencia fue abismal. Insultante. Aunque soy amante de la saga FIFA, pasé unos años con PES, y este 2013 decidí dar una nueva oportunidad a los de Konami. Decepcionante. Era irritante ver jugadores moviéndose de una forma completamente fuera de la lógica, defensas yendo hacia el córner en lugar de ir a tapar a un delantero que llega sólo hacia su portería. La jugabilidad, desastrosa y aburrida a los pocos partidos. FIFA 13 es el juego, a él volví a las pocas semanas y me deja claro que le da una paliza en todos los sentidos al PES 2013. FIFA 13 es espectacular, con sus fallos, y supone la culminación de la recuperación del trono de EA. La confirmación de que la historia del FIFA sigue con éxitos, y ceder el liderato a PES fue eventual.
Triple bonus
——Los comentarios: al menos en español. Acaban siendo graciosos de lo accidentados que resultan. Si ya es complicado doblar bien un juego de fútbol, las voces de Paco González y Manolo Lama dan esa dificultad añadida. En 2004 nos impresionó el «se tenían ganas desde que no se vieron en la pasada Eurocopa» cuando chocaban Figo y Zidane. Detalles al margen, nos han regalado momentos tan divertidos como «qué partido tan aburrido» con un 5-5 en el minuto 63. O «la actuación del 10 está siendo espectacular» cuando Ronaldinho calentaba banquillo. O el «¡Noooo, es fuera de juego!» 25 minutos después de haberlo pitado el árbitro. O el «¡Goooooooooool!» tras fallar un penalti. Míticos.
——Dadaísmo futbolístico: ¿tiene sentido que Chicharito te marque cuatro goles de cabeza en un partido, cuando juegas con Terry y David Luiz como centrales? No, pero ocurre. El árbitro también tiene patente de corso para hacer lo que le dé la gana, que para eso es el árbitro, y puede no pitar unas manos claras si así lo considera, o hacer caso al piscinazo del desgraciado de Neymar. O de Ronaldo. El árbitro manda.
——EA Sports, it’s in the game: ¿Quién no pronunció nunca esta frase? Y ahora, ¿quién consiguió hacerlo con el mismo tono y agresividad que su locutor? Correcto, nadie. Para ello, Andrew Anthony (su locutor original) nos explica el cómo en el siguiente vídeo:
FIFA y relaciones sociales
Acabo este homenaje a la historia del FIFA con la parte social de la saga. FIFA es el nexo en círculos de amigos, pero como factor social, tiene sus normas no escritas y costumbres sociales que hay que respetar. Como por ejemplo, estas siete:
—Como dije al principio, si un grupo de amigos se junta para salir y acaba pasando la noche jugando al FIFA, es lo mejor que le pudo pasar.
—Cantar un gol y que luego no entre, sea palo o el árbitro pite fuera de juego, es una humillación extrema.
—El jugador que empieza a pasar el balón entre sus defensas para aguantar el resultado hasta el final es desleal y no merece volver a jugar con sus amigos.
—Gol de falta directa o gol de vaselina picada implica el derecho a poder ver la repetición una y otra vez, sin límite.
—La revancha es un derecho, pero si se pierden dos partidos seguidos el ganador puede no conceder más.
—Las faltas por detrás con el círculo son propias de un perdedor. Si se hacen con diferencia de un gol o empate y cuando quedan menos de cinco minutos a un delantero que va sólo hacia el portero, se pueden destrozar relaciones de amistad de años.
—La mejor forma de distinguir quién sabe jugar al FIFA y quién es un auténtico experto es viendo las jugadas a balón parado, especialmente las faltas. Saber convertir tiros libres en goles con regularidad es una muestra de categoría.
Fuente: alt1040.com
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